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tradiciones menorquinas

  • Sant Joan

Cuando se habla de Sant Joan, todos tendemos a pensar inevitablemente en las fiestas de Ciutadella, pero quizá no es el lugar más adecuado para ir con niños, especialmente si son pequeños. Sin embargo, hay opciones para disfrutar de la noche mágica con los peques de la casa. En la gran mayoría de pueblos y pequeños núcleos de Menorca se organizan fiestas infantiles con música e incluso talleres de ‘canyes verdes’ que finalizan con la tradicional hoguera de Sant Joan, en la que se queman los ‘bujots’ que han elaborado comercios, escoletas, colegios, asociaciones, entidades o incluso particulares y que los días anteriores se han expuesto en los portales. También suele haber ‘torradas’ y música en directo.


  • El juego de ‘es capellet’

Es un juego acuático que consiste en colocar un palo de madera de unos dos metros de largo de forma perpendicular al muelle, de modo que quede sobre el agua, a una altura de también dos metros aproximadamente. El palo se unta con jabón para que resbale y se coloca un sombrero en la punta más alejada del muelle. El objetivo es que los niños recorran el palo de pie sin caer al mar y consigan coger el sombrero.


  • S’Àvia Corema

Es una de las figuras más populares de la tradición menorquina: una anciana con el rosto arrugado, un bacalao en una mano y una parrilla y un rosario en la otra. Tiene siete pies, cada uno de los cuales representa una semana entre el Miércoles de Ceniza (que se celebra oficialmente es el día que comienza la Cuaresma y tiene lugar justo después de las fiestas de Carnaval) y el Domingo de Pascua.

La costumbre marca que la anciana, cuya figura se colgaba antiguamente en un lugar visible de la casa, debe perder un pie cada semana, marcando a modo de calendario las siete semanas de abstinencia y reflexión que rigen la Cuaresma.

A día de hoy, la figura de S’Àvia Corema se ha popularizado, especialmente en Mahón, donde en 2004 se creó un gigante que representa al personaje y que, cada sábado por la mañana, recorre las calles más céntricas acompañada de la banda de música, envuelta en un gran ambiente festivo, al que se suman gran parte de las familias con hijos pequeños.


  • El caramel·ler

Otra de las tradiciones de Cuaresma que se mantienen hoy en día es la de que los niños rieguen con agua y azúcar una planta o árbol, que da sus frutos el Domingo de Pascua en forma de caramelos. Antiguamente los adultos colocaban en las ramas los tradicionales caramelos largos y rojos cubiertos por un papel dorado, aunque actualmente los niños pueden encontrar todo tipo de golosinas y dulces.


  • Els Llumets

Son los duendes de la Navidad encargados de encender las luces navideñas de Mahón. Cuenta la leyenda que estos seres fantásticos vivían en los bosques de la Illa d’en Colom y se pasaban los días gastándoles bromas a los pescadores. Un año, mientras los vecinos de Mahón se preparaban para las fiestas de Navidad, un temporal impidió que llegara a la ciudad el barco que transportaba el aceite que se utilizaba para encender las luces.

Fue entonces cuando se produjo un hecho extraordinario: una estrella muy lejana explotó provocando que millones de estrellas más pequeñas cayeran sobre el mundo. Algunas de ellas se posaron en la Illa d’en Colom y los diablillos se dieron cuenta de que, desde entonces, todo aquello que tocaban se encendía. Entendieron que la estrella les había regalado ese poder para hacer felices a los demás y esa noche se fueron a Mahón, donde saltaron de terraza en terraza, iluminando así toda la ciudad.

Desde aquel día, los duendes bajan por la fachada de la iglesia de Santa María para ayudar a los niños de Mahón a encender todas las luces de Navidad.


  • La muerte del ‘bujot’

Es una de las celebraciones populares más divertidas de Menorca, que se celebra sólo en Ciutadella durante el mediodía del domingo de Pascua. Este acto consiste en disparar con escopetas muñecos denominados ‘bujots’, que son una representación crítica o satírica de acontecimientos sucedidos en la ciudad a lo largo del año.


  • Sant Antoni

Es el patrón de Menorca y se celebra el 17 de enero, que es un día festivo en toda la isla. Se conmemora la conquista cristiana de Menorca del año 1.287, que puso fin a la dominación árabe, con la llegada de las tropas del rey Alfonso III. La víspera del día de Sant Antoni se organizan ‘torrades’ de sobrasada y butifarrón en la mayoría de pueblos de la isla, acompañadas normalmente de bailes tradicionales.

Ya el día 17 de enero, Ciutadella organiza la fiesta más solemne, con la llamada procesión de los ‘Tres tocs’, que reproduce la entrada de las tropas del rey Alfonso III a la ciudad. La comitiva está formada por autoridades políticas y eclesiásticas y encabezada por tres concejales designados por el Ayuntamiento montados a caballo. El recorrido finaliza en la actual plaza de Ses Palmeres, donde el concejal más joven toma la bandera para realizar los tres toques sobre una baldosa marcada con la letra T. También se organiza en un mercado de naranjas y dátiles en el transcurso del cual se sortea un cerdo.

En el resto de poblaciones de la isla se suele celebrar durante la mañana del día 17 la bendición de los animales.